Flores de Maya
Hoy es un día muy especial. Día de la Virgen de Fátima, hoy hice la primera comunión hace ya unos añitos y hoy… era el cumpleaños de mi querida abuelita María.
No hay día que no me acuerde de ella.
Trabajadora, grandísima persona, madre de siete hijos, una cocinera maravillosa y siempre dispuesta a compartir lo poco o mucho que la pobre tenía o hacía, sin esperar nunca nada a cambio. Amaba la cocina.
¡¡Creo que ya sé a quién he salido yo gustándome tanto la repostería!!
Tengo el recuerdo de cuando era pequeña y venían mis tíos y mis queridas primas de Madrid y la casa de la abuela María se llenaban de dulces: Floretas (famosas de su tierra), arroz con leche, torrijas de vino, rosquillas…y por supuesto sus croquetas, una por persona (enormes). Ya sólo con entrar por el portal olía a esos estupendos manjares.
Su recuerdo hace que siga queriendo evocar sabores de antaño y por Ella esta receta:
“Flores de Maya”
He querido poner este nombre a las famosas floretas porque de pequeña me encantaban los dibujos de Heidi y la abeja Maya y siempre le pedía a mi abuelita que las floretas me las hiciera con miel de la abejita.
No dudéis en haceros con un molde y trasmitir este tradicional dulce a l@s más jóvenes de la familia para que no se pierdan las grandes recetas.
“ FLORES DE MAYA ”
INGREDIENTES: (Con el molde pequeño obtenemos aproximadamente 36 flores)
- 3 Huevos tamaño «L» a temperatura ambiente
- 1 pizca de sal
- 225-250 gr harina de trigo (varía según la harina o el tamaño de los huevos)
- 1/2 vaso de leche
- 1/2 vaso de agua
- 1 corteza de medio limón sin la parte blanca ( para que no amargue)
- 1 chorrito de anís (Opcional. En esta ocasión no lo he puesto porque era para l@s peques)
- Aceite de girasol
- Para el rebozado y adorno: Azúcar, canela, miel, agua, unas gotas de limón, frambuesas o algunos frutos rojos, almendras, conguitos…
PREPARACIÓN:
- Para hacer las flores vas a necesitar simplemente un molde especial de hierro (florón) que venden en muchas ferreterías o tiendas de menaje de vuestra localidad y por supuesto en internet. Existen varios modelos y distintos tamaños. El nuestro es un molde de flor pequeño.
- Batimos en un cuenco los tres huevos junto con la pizca de sal y cuando estén bien mezclados añadimos la leche y el agua.
- Añadimos tamizada poco a poco la harina hasta que tenga una consistencia homogénea de natilla ligera lisa y sin grumos.
- Vertemos la masa en un recipiente alto y estrecho, ojo donde el molde de las flores pueda entrar sin dificultad.
- Ponemos a calentar a fuego medio-alto abundante aceite de girasol en un cazo alto e introducimos el molde de la flor (florón), dejamos que se calienten bien ambos. (Es importante para que la masa se pueda adherir sin problema al molde) y ponemos las corteza de limón para que aromatice el aceite por unos minutos y luego las retiramos.
- Una vez que esté el aceite bien caliente y el florón, le sacamos y le mojamos en la masa por ¾ partes de su longitud, ya que si lo sumergimos por completo en la masa, la flor no podrá despegarse del molde y le freiremos en el aceite caliente sin tocar el fondo. La flor al cabo de unos segundos debe desprenderse.
- Dejamos el florón dentro del aceite para que se mantenga caliente y repetimos la operación hasta terminar la masa.
- Una vez dorada cada flor, las pasamos a una fuente con papel absorbente para retirarles el exceso de aceite. Ahora es el momento de rebozarlas, en una bandeja tendremos preparado azúcar con una pizca de canela (si os gusta) y las rebozaremos antes de que se enfríen por completo.
- Mis preferidas, y las que me hacía mi abuelita, eran con miel. Para ello calentamos la miel en un cacito un par de minutos y le añadimos un chorrito de agua (sólo si es muy espesa) y unas gotas de limón, lo dejamos templar antes de repartir sobre las flores.
¡Un espectáculo!
TRUCOS Y CONSEJOS ÚTILES:
- Seguramente las primeras flores tendrás que desecharlas (como los crépes) y la masa cuesta más soltarse, cuando pase esto te puedes ayudar con un tenedor.
- El florón debe de estar bien caliente cada vez que se moje en la masa. Por ello es imprescindible que cada vez que la flor se desprenda del molde, dejemos el florón dentro del aceite antes de volver a repetir la operación.
- Seguramente cuando os vaya quedando poca masa necesitareis trasladar la masa a un bol más pequeñito para que la masa pueda cubrir lo suficiente el florón.
- Una vez terminado el proceso, limpiamos muy bien el molde con papel de cocina. Nunca lavarlo con jabón y estropajo, basta con guardarlo envuelto en papel hasta su próximo uso para que mantenga una película aceitada.
- Para que se conserven bien crujientes las floretas, lo mejor es guardarlas en una lata o en papel de aluminio.
- Si al final veis que la masa se espesa mucho, podéis añadirle un pelín de agua hasta obtener la densidad que tenía al principio.
Que Ricas