«ROSQUILLAS DEL EBANISTA»

rosquillas fritas

Muchos pensaréis que es un nombre raro para una receta, pero son unas rosquillas muy especiales y a la vez muy sencillas.

Cuando mi padre, que era ebanista, hacía una parada en el trabajo le gustaba comer una, dos…o tres, con un cafetito.

Y a mí me encantaba hacérselas.

En homenaje a Él os presento esta receta.

Ingredientes:

  • 350 gr Harina de trigo de todo uso, más lo que pida la masa ( la mía necesito 35gr más )
  • 1 Huevo «L» a temperatura ambiente
  • 6gr de Impulsor tipo levadura royal
  • 80gr de Azúcar
  • 80 gr. Aceite de Oliva suave
  • 80ml. Zumo naranja a temperatura ambiente
  • 25 ml Licor de anís dulce
  • Ralladura de  naranja
  • Ralladura de limón
  • Corteza de naranja y corteza de limón.
  • 1 Cucharadita de semillas de anises
  • 1 Pizca de sal
ingredientes

Elaboración:

Calentamos el aceite con las cortezas de naranja y limón y la cucharadita de semillas de anís, para que se infusione. Cuando veamos que empieza a burbujear, lo retiramos del fuego, colamos el aceite y dejamos enfriar.

En un bol ponemos el huevo con el azúcar y batimos hasta que blanquee y aumente su volumen

Añadimos el aceite, la pizca de sal e integramos todo.

Ahora añadimos el zumo de naranja colado, el licor de anís y las ralladuras de naranja y limón.

Tamizamos los 350 gr de harina con la levadura, lo añadimos a la masa obtenida anterior,  poco a poco, mezclando con la cuchara o espátula  para obtener una masa homogénea.

Enharinamos la mesa para trabajar la masa durante unos minutos ( aquí es donde verás si necesitas algo más de harina ), la masa estará lista cuando no se nos pegue en exceso a las manos y se pueda manejar bien.

Reservamos la masa en un bol y cubrimos con un paño, dejandola reposar media hora a temperatura ambiente.

Transcurrido el tiempo de reposo, vamos haciendo bolitas con la masa, de aproximadamente 25gr. (A mí me gusta pesarlas porque me encanta que salgan todas del mismo tamaño, pero por supuesto no es necesario)

Con el dedo vamos haciendo un agujero en el centro de las bolitas dándolas forma de rosquillas.

En una sartén antiadherente añadimos aceite de girasol y calentamos a fuego medio para que no se quemen.

Freímos nuestras rosquillas dorándolas por los dos lados. Vamos dejandolas sobre papel de cocina para recoger el aceite sobrante, y aún calientes las vamos pasando por azúcar, para que éste se pegue. Si las dejamos enfriar demasiado no se quedará adherido.

¡¡ Deliciosas !!
Eusebio
abril 15, 2019

  • Gracias, pude abrir con el enlace. La receta se parece mucho a como me acuerdo lo hacía la suegra de mi hermana que era de Bilbao y vivia aquí en Venezuela. Yo era una niña y ella murió hace muchos años pero me acordaba de ciertos detalles que ella me había dicho pero no tenía la receta. Está es la más parecida a las que ella hacía cque eran riquísimas.

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